¡Y vamos por más votos!

A tan sólo 7 días de que lanzamos la campaña “Salvemos Cabo Pulmo” para exigir que se cancele el mega proyecto turístico Cabo Cortés, el cual amenaza a la reserva marina de Cabo Pulmo, en Baja California Sur, se han recolectado 57 246 votos ciudadanos.

Este domingo 17 de marzo realizamos  una  jornada nacional de votación en 10 ciudades: Aguascalientes, Culiacán, Chihuahua, Distrito Federal, Guadalajara, León, Monterrey, Pachuca, Puebla y Xalapa en la que los grupos locales de Greenpeace colocaron urnas para que niños, jóvenes y adultos se pronunciaran por la conservación de esta reserva y las más de 5 mil especies de seres vivos que habitan en la zona.
martes, 20 de marzo de 2012
Jornada nacional de votación Salvemos Cabo Pulmo, México, D.F. Greenpeace / Gustavo Graf © Greenpeace / Gustavo Graf

Como resultado de este primer día de votaciones en parques y sitios públicos en la que se brindó información sobre este ecosistema, se obtuvieron 5 mil 108 votos que se suman a los 52 138 que se han recabado a través de la página www.salvemoscabopulmo.org
La sociedad podrá seguir manifestando su voto durante los siguientes 3 meses, ya sea a través de internet o bien en las casillas que se seguirán colocando en distintos puntos en las ciudades participantes. La cantidad final de sufragios serán entregados a las autoridades ambientales del país para exigir la cancelación definitiva del proyecto turístico de Cabo Cortés.
¿Por qué debemos votar?
Como sociedad civil tenemos el derecho de exigir a las autoridades que nos garanticen un medio ambiente sano. Si permitimos que se construya el mega complejo turístico de Cabo Cortés, el riesgo principal que enfrentaría el arrecife de Cabo Pulmo es el arrastre de contaminantes, sedimentos del dragado de la marina, aceites de las embarcaciones, salmueras de la desaladora, aguas residuales; especialmente en las épocas del año cuando las corrientes van del norte al sur.
Todo esto impactaría directamente en la gran biodiversidad conservada y recuperada gracias a más de 16 años de trabajo de la comunidad, que dejó sus redes de pesca para dedicarse a preservar esta reserva marina, lo que contribuye a la salud y el equilibrio de nuestros océanos.
Cabo Cortés es un ejemplo de lo que Greenpeace señala como turismo depredador, que busca beneficios para los constructores a corto plazo, sin considerar los impactos negativos ambientales, sociales y económicos que traen para la sociedad a mediano y largo plazo.

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